Nos encontramos ante la inevitabilidad y aceptación de la
guerra, resignándonos a ella como algo imposible de abolir. Estamos visualmente
acostumbrados a la guerra, y quizás también insensibilizados, incapaces de
reaccionar a ella.
“¿Quienes son el “nosotros” al que se dirigen esas fotos
conmocionantes?”
Las fotografías que muestran a personas muertas a causa de
una guerra, dependiendo del contexto en el que sean expuestas y
contextualizadas, crearán un efecto en nosotros u otro, siendo clave la
identidad de quién es la persona muerta o afectada, aun siendo un completo
desconocido, ya que se da por hecho que las personas mueren en las guerras defendiendo un ideal, aunque, por supuesto, no siempre sea así.
“- La violencia convierte en cosa a quien está sujeto a
ella.- Simone Weil”
Durante mucho tiempo se intentó crear un rechazo a la
guerra, una extremada sensibilización ante ella mediante la información visual,
intentando hacer entender a la gente alejada de las atrocidades de la guerra,
que ésta era terrible e insensata. Sin embargo, la interpretación de estas
fotografías y esta información visual va estrictamente sujeta al contexto del
que antes hablo, no solo de la visión del fotógrafo, sino también de su forma
de mostrarlo, y por supuesto, de la censura a la que esa información haya sido
sometida.
Esa es su guerra, ésta la fotografía. Y aquí, mi dolor.
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